By Isai Monterrubio

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“Cristo, óyenos, Cristo, escúchanos. Dios, ten piedad. Cristo, ten piedad, Dios, ten piedad. Oh Señor, oye mi oración, Y deja que mi clamor Te llegue, Oh Señor.”

Con esta letanía, la familia Domínguez* concluía el video-funeral para así dejar partir en solitario el cuerpo de Ángel, luego de perder la vida en su hogar por la madrugada del 29 de abril del presente año, después de ser rechazado en el Hospital Nacional Homepático. La causa de su muerte fue una serie de síntomas parecidos a los del virus SARS-CoV-2.

El último recinto de Ángel fue el Panteón Civil San Nicolás Tolentino de la Alcaldía Iztapalapa, con esto, ignorando las medidas implementadas por la Secretaría de Salud en la Guía de Manejo de Cadáveres impuesta el pasado 5 de abril debido a la situación sanitaria en la que se encuentra el país.

La Guía de Manejo de Cadáveres estipula que es preferible que el cuerpo de la persona fallecida sea cremado y no enterrado, pero puede ser así en caso de no haber más opción.

En últimos reportes, David Vélez (presidente de la Asociación de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores de CDMX) declaró para Animal Político que los servicios de cremación se están viendo rebasados puesto que, en la CDMX hay solamente 22 hornos crematorios, de los cuales únicamente 6 de ellos son de uso público. Hay familias que esperan hasta por 15 horas para poder recibir las cenizas de sus seres queridos. Con esto queda constatado que la muerte, en tiempos de crisis, también es un tema problemático y eso que recién se llegó al pico máximo de la pandemia.

Dicha guía también menciona que, en caso de deceso y sin importar la causa, el funeral deberá llevarse a cabo en un tiempo menor de 4 horas, con féretro cerrado y con menos de 20 personas siempre y cuando el espacio pueda asegurar una sana distancia, de lo contrario no se recomienda realizarse. En el caso de Ángel, más de 20 personas velaron por una hora su cuerpo mediante sus teléfonos celulares.

La Guía de Manejo de Cadáveres estipula que es preferible que el cuerpo de la persona fallecida sea cremado y no enterrado.

Entre plegarias y oraciones entrecortadas se podían palpar los sentimientos de tristeza y nostalgia como si se estuviese postrado frente al féretro del ser querido, declara Carmen García, prima de Ángel. Y es que no es el único caso en el que se reporta un video-funeral, varias empresas dedicadas al servicio postmortem tales como Gayosso han ofrecido este tipo de modalidad, demostrando que ante la muerte y la crisis se puede seguir generando riqueza.

Sin embargo, este tipo de Funerarias tienen servicios que van desde los 25 mil hasta los 49 mil pesos, algo que para la mayoría de las familias mexicanas es incosteable. Cabe destacar que no existe como tal un paquete de funeral virtual, sino que esta modalidad para velar al ser querido puede ser habilitada una vez contratando alguno de sus paquetes ya preestablecidos.

Sin duda, la pandemia a nivel mundial ha marcado un antes y un después en distintos ámbitos, entre ellos el de la muerte. ¿Estamos siendo testigos del nacimiento de nuevas formas de despedir a nuestros seres queridos? O simplemente es algo alternativo mientras el mundo vuelve a una utópica y muy lejana normalidad.


*El apellido original se alteró para así salvaguardar la seguridad de la familia que se expone en la narrativa.

Costos retomados de: https://previsionfunerariagayosso.com.mx/collections/cdmx


Acerca del autor: Isai Monterrubio es estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.