By Israel Medrano

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El 30 de abril el INEGI a través de su página de Facebook emitió un comunicado sobre la tendencia del PIB[1] la cual no causo tanta sorpresa en cuanto al resultado general ya que se presentaron números negativos en la economía mexicana lo que confirma las expectativas de los agentes.

No obstante, durante la tradicional conferencia matutina  del mismo día por parte del gobierno federal, el presidente de la republica manifestó su optimismo a pesar de los números ya que al comparar estas cifras con las de otros trimestres de sexenios como el de Zedillo y el de Calderón los números del primer trimestre de este año resultan ser mejores y no solo eso, sino que también las estimaciones por parte de los analistas bajo el escenario actual en el que estamos viviendo eran más pesimistas de lo que resultaron.

Dos cosas son ciertas pero insostenibles al mismo tiempo, la primera resulta a partir de que los números de este primer trimestre son mejores que en otros sexenio donde también se tuvieron dificultades económicas pero si el análisis se quedara solo hasta ahí el optimismo del presidente sería el correcto pero no es así, tenemos una economía que no  ha dado los mejores resultado desde hace varios años y el tema de la crisis la agudiza más sobre todo si tomamos en cuenta que al finalizar el 2019 los números (del PIB) tampoco fueron los más favorables para México lo cual indica que si bien no estábamos en la posición en la que ahora nos encontramos que en definitiva es muy complicada tampoco íbamos en el camino correcto, por otro lado el punto de comparación entre crisis es muy delicado y no se puede tomar a la ligera ya que el contexto es completamente diferente en cada uno de los sexenios pasados con el actual.

La segunda cuestión a la que hay que referirse es que los números de los analistas resultaban más catastróficos para México pero no por eso debemos confiarnos, el contexto en el que se esta desarrollando esta crisis económica no ha llegado a su máximo nivel, también se debe tomar en cuenta que estos números corresponden al PIB de los meses de enero, febrero y marzo (primer trimestre del año) por lo que si tomamos en cuenta que la cuarentena comenzó hasta finales del mes de marzo donde la actividad productiva por consecuencia se vio disminuida junto con la demanda agregada razón por la cual la inflación no se disparó a pesar de la baja en la tasa de interés por parte del Banco de México entonces se debe esperar hasta el siguiente trimestre para poder determinar de manera más segura que tanto ha afectado el Covid-19 a México en cuestiones económicas y entonces en ese momento el presidente si tendría que pronunciarse en cuanto a su optimismo.


[1] Producto Interno Bruto real base 2013.


Acerca del autor: Israel Medrano es estudiante de Economía en la Universidad Autónoma Metropolitana, en el 2019 fue uno de los representantes de México en el South American Business.