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La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) define al lavado de dinero como un proceso mediante el cual es encubierto el origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades ilegales (siendo las más comunes, tráfico de drogas o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, fraude, trata de personas, prostitución, extorsión, piratería, evasión fiscal y terrorismo). El objetivo de esta operación consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legítimas y circulen sin problema en el sistema financiero.
En la actualidad, la delincuencia organizada se desarrolla, crece y evoluciona llegando al punto de perfeccionar sus técnicas y volverse sofisticados en sus métodos, y, aunque es difícil predecir y clasificar las formas de blanquear dinero por su naturaleza cambiante y anónima a través de su identificación se puede prevenir.
Algunas de las formas más conocidas para lavar dinero se dan a través del financiamiento de partidos políticos y campañas electorales, así mismo, todos los ámbitos en los que se mueven grandes cantidades de dinero suelen ser los blancos perfectos para lavar ganancias provenientes de negocios ilícitos; por ejemplo transacciones (equipos de futbol, casinos, construcciones, hipódromos e incluso iglesias) la compra, venta y construcción de propiedades como casas, edificios, hoteles y una de las técnicas más nuevas que es: El mercado del Arte.
Bajo la premisa de ser “subjetivo” el mercado del arte ha sido un blanco atractivo para el blanqueo de dinero y el financiamiento al terrorismo debido a su laxa regulación, el anonimato y la fácil manipulación de sus precios.
En México, la comercialización de objetos de arte es considerada por la ley anti lavado como una actividad vulnerable, por ello establece un límite máximo de $209,000, ya que si los rebasa es reportada de manera inmediata a las autoridades como el SAT y la Unidad de Inteligencia Financiera.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, con base en cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el mercado global del arte en el mundo equivalía a finales del 2018 a alrededor de 67,400 millones de dólares, mientras que el mercado negro de esta industria tiene un valor anual de los 6,000 millones de dólares.
El estudio de Fondos Lícitos en Obras de arte de la firma AML RightSource concluye que “Los métodos tradicionales utilizados para ocultar fondos ilícitos son demasiado riesgosos y demasiado transparentes. En contraste, las pinturas y otros tipos de obras de arte son fáciles de transportar u ocultar a las autoridades al realizar actividades transfronterizas ilícitas”.
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Acerca del autor: Lesly Ruiz es licenciada en Política y Gestión Social por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
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