Correo: leslyruiz13@politicaladvisorsapc.com
El pasado 14 de noviembre en el poblado de Arroyo Zarco, perteneciente al municipio de Aculco la familia Márquez Pérez fue interceptada por una camioneta roja con sujetos armados a bordo quienes dispararon en ocasiones repetidas. El saldo de este enfrentamiento fue de un joven de 17 años muerto.
Desde esta fecha hasta el día de hoy la familia al grito de ¡No justifiquemos ni normalicemos la violencia! Han acudido frente a la presidencia Municipal para exigir justicia por Andrés Márquez Pérez que el día de hoy no quieren sea un número más en la larga lista de las víctimas de la delincuencia organizada en el país.
Aculco, es un Pueblo Mágico del Estado de México, caracterizado por su arquitectura colonial, además de ser reconocido por su queso artesanal y sus figuras de cantera, por lo que desde 2015 fue considerado como Pueblo Mágico, convirtiéndose en ese momento en un gran motor de aceleración económica para los habitantes del municipio.
El hecho de haberlo puesto en el mapa trajo múltiples beneficios, pero también precios bastante altos que pagar. El municipio comenzó rápidamente a ser colonizado por personas que buscaban tranquilidad en el pueblo, hasta poco a poco ir teniendo por vecinos a gente desconocida, sumado a esto, la guerra contra el narcotráfico, años antes iniciada limpió algunas zonas, haciendo que el silencio que imperaba fuera gran escondite para algunos miembros del crimen organizado.
En los últimos años dentro de la estrategia económica/cultural ha sido mantener una buena imagen ante los ojos de los turistas, por lo que el tema de la delincuencia también ha sido barrido y puesto por debajo de la alfombra. Pero ¿Cuánto tiempo más lo haremos? ¿Normalizaremos la violencia hasta que sea uno de los nuestros?
Aculco en los últimos años ha sido testigo de desapariciones, homicidios dolosos, feminicidios, narcotráfico, huachicoleo, entre otras cosas, que se han dejado pasar por alto, que se han mantenido en secreto a voces, que se ha decidido hacer como si nada hubiera pasado. El caso de Andrés el día de hoy quiere ser la excepción, luchando por ser el cambio que el municipio requiere, por lo que hace unos días estuvieron llevando la recolección de firmas de los habitantes para la petición de un Aculco con libre tránsito y seguro.
Entiendo y acompaño la exigencia a nuestras autoridades municipales, pero también me gustaría abrir la pauta para un estudio multi enfoque para la reestructura de las estrategias de seguridad pública, comenzando por la esfera municipal, que por el carácter discrecional de estas partes ha sido fácil la reproducción de estos pequeños grupos delictivos hasta ensancharlos y en la mayoría de ellos inclusive rebasar ya el poder sobre los gobiernos.
En un contexto relacionado con problemas de inseguridad por el que ha atravesado gran parte del territorio mexicano en los últimos diez años, es necesario conocer de qué manera factores asociados a la seguridad pública pueden tratarse para generar toma de decisiones que ayuden a corregir estrategias, sistematizar experiencias, generar diagnósticos con el fin de implementar políticas públicas, formular programas o proyectos en beneficio de un sector en particular.
En este sentido, es importante entender desde una visión sociológica el fenómeno antes de llevarlo a juicio; entendamos que los recursos proporcionados a los municipios antes de ser distribuidos tienen que cumplir una función clientelar por lo que los cuerpos policiacos reciben muy poco de estos recursos, volviéndolos individuos susceptibles a las ofertas del mercado, en este caso: El crimen organizado.
A nivel Gobierno también han sido puestos entre la espada y la pared, muchas veces decidiendo entre la vida y la justicia. No nos queda más que como medios informativos replicar las luchas que se viven, invitar a las personas a informarse y sobre todo a no normalizar la violencia, el día de mañana podemos ser nosotros.
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Acerca del autor: Lesly Ruiz es Lic. En Política y Gestión Social por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
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