By Adriana Jaramillo

Correo: valejaramillo.40@politicaladvisorsapc.com


La reforma constitucional en materia político-electoral del 2014 convirtió al Instituto Federal Electoral (IFE) en el Instituto Nacional Electoral (INE). La reforma no sólo significó transformar al Instituto en una autoridad con carácter nacional, también reivindicó su autonomía política y jurídica.

El INE es un organismo público autónomo dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios, en cuya integración participan el Poder Legislativo de la Unión los partidos políticos nacionales y los ciudadanos, en los términos que ordene la ley (CPEM, art. 41).

Al ser el Instituto la máxima autoridad administrativa electoral en el país, a su cargo no sólo está la organización de los procesos electorales federales, también (Instituto Nacional Electoral):

  • Trabajará en coordinación con los organismos electorales locales para la organización de los comicios en las entidades federativas.
  • Si los partidos políticos lo solicitan el Instituto puede organizar la elección de sus dirigentes.
  • Trabajará por garantizar que los candidatos independientes tengan acceso a tiempos del Estado en radio y televisión.
  •  Se encargará de verificar que se cumpla el requisito mínimo (2% de la lista nominal) para solicitar el ejercicio de las consultas populares y realizará las actividades necesarias para su organización, incluido el cómputo y la declaración de resultados.

El máximo órgano superior del Instituto es el Consejo General que está conformado por un presidente y 10 consejeros electorales que duraran en su cargo nueve años sin posibilidad de reelección.

La designación de los consejeros electorales en términos generales está a cargo de la Cámara de Diputados, con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara.

Previa la votación, la Cámara emitirá la convocatoria pública con la información pertinente del proceso para los que aspiren a participar. Antes de que llegue a Pleno la lista reducida de los aspirantes a consejeros electorales, es el Comité Técnico de Evaluación (CTE), quién se habrá dado a la tarea de evaluar a todos los aspirantes que se hayan inscrito en la convocatoria.  

Este año se designaron cuatro nuevos consejeros electorales del INE. El pasado 29 de febrero el Comité Técnico de evaluación rindió protesta en la Cámara de Diputados ante la Junta de Coordinación Política (Jucopo).

Dicho Comité está integrado por: Ana Laura Magaloni Kerpel y José Roldán Xopa, propuestos por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Silvia Elena Giorguli Saucedoy y John Ackerman, propuestos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y Sara Lovera, Blanca Heredia Rubio y Diego Valadés Ríos, propuestos por la Junta de Coordinación Política (Jucopo).

Por la emergencia mundial a causa del COVID-19, en marzo el CTE tuvo que suspender el proceso de selección de los aspirantes a consejeros electorales y no fue hasta el pasado 6 de julio que se retomó el proceso.

¿Qué quedó pendiente antes de la suspensión? La etapa de las entrevistas, son 60 las que fueron realizadas por el CTE del 9 al 13 de julio por vía remota.

Concluida dicha etapa, el CTE seleccionó a 20 aspirantes que fueron distribuidos en cuatro quintetas, hasta ahí terminó la labor del Comité. La selección de los cuatro consejeros fue el pasado 22 de julio en el Pleno de la Cámara de Diputados durante periodo extraordinario.

La selección de los cuatro consejeros electorales es de suma relevancia, recordemos que es el Consejo General el órgano de dirección del INE. De ahí la importancia que el Consejo esté conformado por integrantes especializados en materia electoral. Como se mencionó antes, el CTE en principio evalúa a todos los aspirantes inscritos, por lo mismo es que el Comité debe de estar integrado por personas con reconocido prestigio, elemento que se llegó a cuestionar en la elección de los integrantes del Comité, específicamente la postulación de Ackerman por parte de la CNDH.

En su momento, la postulación de Ackerman fue cuestionada por no ser considerado para algunos, una persona objetiva, imparcial y apartidista, características que podrían haber afectado al proceso de evaluación de los aspirantes. No obstante, la CNDH siguió con la misma postulación y la Cámara ratificó la integración del CTE con las postulaciones de los órganos competentes.

Lo anterior pudo cuestionar la legitimidad del CTE. Tanto como para ser parte del CTE y aspirante a consejero es fundamental no tener nexos partidistas que provoquen opacidad durante el proceso. La legitimidad del CTE no es un tema menor, el Comité es parte fundamental para la selección de los consejeros ya que este participa en la dinámica del mecanismo de designación, mismo en el que se confía que la selección de los consejeros no se haga de forma arbitraria y obedezca al proceso especifico -normativo- que debe de reflejar una ausencia de influencia de interés.

Previa a la entrega de lista de las cuatro quintetas Ackerman anunció sus grandes diferencias con sus compañeros del CTE, aunque se fue antes de concluir la reunión para la votación de dicha lista, los acuso de “haber incurrido en un conflicto de interés y haber propuesto perfiles que han sido “cómplices” de irregularidades y “fraudes” por presiones externas” (El Universal). Empero, el resto del CTE desmintió que haya habido algún conflicto de interés.

La insolencia de Ackerman daña la imagen del CTE y suma desconfianza a la sociedad mexicana, objeto que no conviene al interés de la sociedad política mexicana ahondar en las desconfianzas, los recelos, comentó Diego Valadés (El Universal).

El proceso de selección de los cuatro nuevos consejeros concluyo el pasado martes 22 de julio, los seleccionados fueron: Norma Irene de la Cruz, Carla Astrid Humphrey, José Martín Fernández Faz y Uuc-Kib Espadas. Y nuevamente Ackerman hizo notar su desacuerdo, esta vez en la elección de la consejera Carla Astrid Humphrey, estigmatizándola de ser representante del “PRIAN”, twitteo.

La credibilidad de la selección de los cuatro nuevos consejeros del INE es importante porque también se suma a la credibilidad del resto del Consejo General y al mismo INE. Comentarios de la índole que se dieron durante el proceso impactan negativamente a la percepción que pueda tener la ciudadanía. Para el fortalecimiento de nuestra democracia se requiere que las y los ciudadanos tengan confianza en sus instituciones y para ello los actores públicos deben de accionar de forma imparcial y objetiva.

En las próximas elecciones intermedias de junio del 2021, se renovará alrededor de 3,500 cargos entre la Cámara de Diputados (500 legisladores), 30 congresos locales, 15 gubernaturas y las alcaldías en 30 entidades. La emergencia sanitaria que estamos viviendo nos advierte que no se dará un proceso electoral común como los que ya habíamos tenido antes, el INE se enfrentará a nuevos retos que exigen que el Consejo General tenga integrantes con un servicio profesional especializado que esté a la altura para atender todo lo imprevisto que seguramente se presentará en junio del 2021.


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Bibliografía:

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Instituto Nacional Electoral. ¿Qué es el Instituto Nacional Electoral? <https://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido/Que_es/> Consultado el 8 de julio del 2020.

El Universal, Truena Ackerman en proceso de selección de consejeros del INE, consultado el 23 de julio de 2020, <https://www.eluniversal.com.mx/nacion/ine-truena-ackerman-en-proceso-de-seleccion-de-consejeros>


Acerca del autor: Adriana Jaramillo es egresada de la licenciatura en Ciencia Política por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.