By Isabel Sandoval

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El 17 de mayo de 1990 la OMS retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades[1], es por ello que en esa fecha se conmemora el día internacional contra la lesbofobia, transfobia, bifobia y homofobia. Hoy, treinta años después, la lucha para reivindicar una sociedad libre, diversa y sin miedo aún continúa.

En México, los derechos humanos de las personas LGBTI han sido obstaculizados o incluso negados por estigmas y actos discriminatorios.  De acuerdo con la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género (ENDOSIG) el 59.8% de la población encuestada se sintió discriminada y el 25% declaró la negación de injustificada de algún tipo de derecho[2]. Es importante señalar que los retos y estigmas que enfrenta cada una de las letras del acrónimo son diferentes entre si. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) el 72% de las personas trans reportan que sus derechos se respetan poco o nada, mientras que para las lesbianas y los homosexuales cae a 66%[3]. Aún así, ambos datos son alarmantes.

Los derechos, el respeto y la aceptación de la comunidad LGBTI varía entre los estados que conforman la república, esto como consecuencia de dos factores: el sistema federal y la diversidad cultural entre las regiones del país. Para ejemplificar lo anterior utilizaremos la figura del matrimonio igualitario. Los estados que cuentan con la figura debido a una reforma legislativa son 13[4], mientras que aquellos que la tienen vía sentencia por acción de inconstitucionalidad de la SCJN son 6[5]. En los restantes, la figura del matrimonio igualitario no existe.[6] Para que personas del mismo sexo puedan casarse en estos estados, se debe imponer un amparo y realizar el trámite ante un juez federal.

De la misma forma, la adopción homoparental aún es un privilegio que depende del estado donde residas. A pesar de que en 2017 la SCJN emitió la tesis jurisprudencial[7] que respalda el derecho a casarse, procrear, adoptar y crear infantes, solamente 9 entidades[8] han reformado su leyes o códigos civiles. Paradójicamente, no todos los estados que reconocen el matrimonio igualitario permiten que las parejas del mismo sexo puedan adoptar o procrear. En definitiva, la lucha para hacer valer nuestros derechos aún continúa. Las omisiones y las lagunas jurídicas que aún existen en diferentes leyes y códigos civiles generan que los derechos, que deberíamos tener por el simple hecho de ser personas, se conviertan en privilegios.

En 2020 la comunidad LGBTI y la sociedad en general tienen dos retos pendientes: la tipificación de las ECOSIG y la desjudicalización de la identidad de género para menores de 18 años. Vayamos por partes, primero definiremos en que consiste cada una de las propuestas y posteriormente porque es importante realizar reformas legales.

En primer lugar nos enfocaremos en los esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género (ECOSIG), comúnmente conocidos como “terapias de conversión”. Las ECOSIG , de acuerdo con el activista Iván Tagle, son prácticas que configuran tratos crueles, inhumanos y denigrantes que impiden el libre desarrollo de la personalidad. Este tipo de “terapias” parten de la errónea idea de que la homosexualidad y la identidad de género son enfermedades y que por ende deben ser “corregidas”. Para ello, utilizan diferentes métodos que van desde la ingesta de hormonas, terapias de aversión por medio de electroshocks o químicos hasta abusos sexuales o violaciones “correctivas”. El problema no solo es el personal que realiza este tipo de “terapias” sino también los familiares que llevan a sus hijos para “orientarlos” o “corregirlos”. Desgraciadamente, las principales víctimas de estas prácticas son niñas, niños y adolescentes. La iniciativa que fue presentada en la Ciudad de México busca impulsar sanciones que van de uno a tres años en prisión y de cien a trescientos días de multa a quien someta a menores de edad a cualquier tipo de “terapias” con la finalidad de corregir su orientación sexual o identidad de género.[9] La iniciativa fue también presentada en el Senado para que los efectos sean aplicables en toda la república[10].

En segundo lugar, un reto importante es acabar con la violencia que lleva a que las personas trans tengan una esperanza de vida de 35 años[11],  para ello es de suma importancia el reconocimiento de las infancias y adolescencias trans. La incomprensión de las infancias trans genera una serie de procesos discriminatorios y violentos que pueden llevar a la expulsión del núcleo familiar o incluso al suicidio. La iniciativa de ley “infancias trans” busca que los menores de 18 años puedan obtener un documento legal que vaya acorde a su identidad de género sin pasar por un juicio antes. La propuesta ha polarizado a diversos grupos de la sociedad y el debata aún continúa. Sin embargo, es importante señalar diversos puntos para desmentir algunos argumentos en contra de esta iniciativa.

La iniciativa busca que se respalde con un documento oficial lo que actualmente ya es una realidad: el derecho a la identidad. Lo que busca la reforma es que los niños, niñas y adolescentes trans puedan cambiar de género en su acta de nacimiento vía un trámite administrativo y no un juicio. De esta forma, se evitará que pasen por procesos que son innecesarios, extremadamente caros y discriminatorios. Así mismo, es importante subrayar, puesto que existe una lectura errónea en este punto, que la propuesta no hace referencia a ningún tipo de intervención quirúrgica ni hormonal. Por último, es importante recordar, como lo dijo el diputado Temístocles Villanueva Ramos, que “el Estado no debe asignar o negar la identidad de género, solamente reconocerla”.


[1] La transexualidad siguió siendo considerada como una enfermedad hasta el 2018. 

[2] CNDH , “Informe especial sobre la situación de los derechos humanos de las personas lesbianas, gay, bisexuales, travestis, transgénero, transexuales e intersexuales (LGBTI) en México”, 30 de octubre de 2019, 32. Consultado en: https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2019-10/INFESP-LGBTI%20.pdf (22 de mayo de 2020)

[3] ENADIS, “Resultados principales de la encuesta nacional sobre discriminación 2017”,  12. Consultado en: https://www.conapred.org.mx/userfiles/files/PtcionENADIS2017_08.pdf (22 de mayo de 2020)

[4] Las entidades federativas que han realizado reformas en sus leyes o codigos civiles son: Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Ciudad de México, Hidaglo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí.

[5] Las entidades federaticas que tienen la figura del matrimonio igualitatio vía sentencia de la SCJN por acción de inconstitucionalidad son: Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Jalisco, Nuevo León, Puebla.

[6] Las entidades federativas donde no existe la figura del matrimonio igualitario: Durango, Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas.

[7] Tesis: 1a./J. , Seminario Judicial de la Federación  y su Gaceta, Décima Época, t. I, agosto de 2017, p. 127

[8] Los nueve estados que han modificado sus leyes o códigos civilies y  permiten la adopción homoparental son: Ciudad de México, Coahuila, Campeche, Colima, Morelos, Chihuahua, Chiapas, Nayarit, Aguascalientes. Consultado en: https://www.homosensual.com/lifestyle/familia/estados-de-mexico-que-permiten-la-adopcion-homoparental/  (22 de mayo de 2020)

[9]Anabel Clemente, “Morena va contra terapias para “curar” homosexualidad en la Ciudad de México”, El Financiero, 27 de septiembre del 2018. https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/morena-va-contra-terapias-para-curar-homosexualidad-en-la-cdmx

[10]Anabel Clemente, “Morena va contra terapias para “curar” homosexualidad en la Ciudad de México”, El Financiero, 27 de septiembre del 2018 https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/morena-va-contra-terapias-para-curar-homosexualidad-en-la-cdmx

[11] Eduarudo Murillo y Carolina Gómez, “De 35 años, la esperanza de vida de las personas trans: CIDH”, La Jornada, 29 de agosto de 2019.  Consultado en: https://www.jornada.com.mx/2019/08/29/politica/015n2pol


Acerca del autor: Isabel Sandoval es estudiante de Economía por el CIDE y de Derecho por la UNAM.