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El 19 de noviembre pasado, el Senado de la república aprobó una iniciativa de ley que pretende regular la siembra, cultivo, cosecha, aprovechamiento, preparación, portación y consumo de la mariguana en adultos. Con la aprobación de esta ley, México se perfila como el mercado de cannabis más grande del mundo.
En un país paralizado entre la ciencia y el dogma, existen posiciones encontradas. Mientras unos lo tildan de riesgoso por sus efectos a la salud pública, otros lo perfilan como una oportunidad para crear mercados funcionales y de recaudación fiscal.
Lo cierto es que la discusión ha estado vigente por lo menos en los últimos 500 años.
Auge y caída de la marihuana
La historia de la marihuana es tan antigua como la conquista. Durante el virreinato, los españoles importaron la marihuana con fines medicinales. Hasta la consumación de la independencia, en el México independiente, la marihuana empezó a usarse como sustancia lúdica.
Sin embargo, fue hasta los primeros años del siglo XIX que empezó a percibirse como peligrosa. Como bien lo narra Jorge García, colaborar de Milenio, la marihuana fue considerada como «una de las peores amenazas para la salud”. Un siglo más tarde, el cardenismo cambió el tono.
Tan revolucionario como su origen, el presidente Cárdenas inicia con una ley adelantada a su tiempo: la despenalización de la compra-venta de pequeñas cantidades de drogas, incluida la marihuana. La legislación convertía al Estado en el único cultivador y dispensador de marihuana y dejó de considerar a los consumidores de drogas como criminales: “Atraer al adicto – en lugar de perseguirlo –, registrarlo y someterlo a tratamiento médico y psicológico (…) constituirá un medio fundamental para combatir la adicción”.
Con la puesta en marcha del Reglamento Federal de Toxicomanías, se abrieron dispensarios a cargo del entonces Departamento de Salubridad Pública. Estos dispensarios, ubicados solamente en la Ciudad de México, suministraban las dosis a las personas con dependencia a alguna sustancia psicoactiva.
Sin embargo, la nueva ley tuvo resistencias. La prensa y la opinión pública de la época temían un aumento de delitos derivado de una mejora en la calidad y en los precios de la marihuana. Sin embargo, como constatan historiadores, la realidad de ese entonces fue otra: los precios bajaron y el consumo no aumentó.
Por presiones de Estados Unidos, la ley estuvo vigente por seis meses. En ese entonces, Estados Unidos tenía una agenda anti-cannabis. A través de la Oficina Federal de Narcóticos, bajo Harry J. Anslinger, pone al país y a los mexicanos en la punta de mira de la legislación prohibicionista.
De ahí a la fecha, México ha escalado su política prohibicionista. Se ha desplegado a las instituciones del Estado para perseguir el tráfico de drogas en varias zonas del país. Solamente en el año 2010, de acuerdo al reporte La Guerra contra las Drogas: Desperdiciando miles de millones de dólares y socavando las economías, México gastó hasta 9 mil millones de dólares en la lucha contra el tráfico de las drogas. Sin embargo, en abril de 2018, la primera Sala de la Suprema Corte de Justicia resolvió conceder un amparo en revisión 1115/2017 sobre el consumo lúdico de la marihuana a cuatro ciudadanos agrupado en el colectivo Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante.
Sin duda, este sentó un presente importante para la ley que permite regular el consumo de la marihuana.
La iniciativa por regular la marihuana
La propuesta, aprobada por el Senado de la República, avala el uso –adulto responsable– del cannabis. La legislación, llamada Ley General para la Regulación del Cannabis, regula artículos al Código Penal Federal y de la Ley General de Salud. Entre los detalles de la ley contempla:
- Crear el Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis (IMRCC).
- Permitir a las personas mayores de 18 años consumir cannabis.
- Consiente a una persona traer consigo menos de 28 gramos de marihuana.
- Posibilita la venta del cannabis y sus derivados en clubes de consumo recreativo autorizados por IMRCC.
Sin embargo, la ley contempla algunas restricciones:
- No permite la venta y consumo del cannabis a menores de edad.
- No permite consumir marihuana en áreas de trabajo, sean públicos o privados, así como establecimientos comerciales.
- No permite proveer de forma gratuita o conducir bajo el influjo del cannabis.
- Los establecimientos autorizados no podrán hacer algún tipo promoción en relación al cannabis o a sus derivados.
- En caso de exceder los 28 gramos permitidos, el consumidor deberá pagar una multa de entre $5,000 a $10,500. Si la persona excede los 200 gramos, podrá recibir una pena de entre tres y seis años de prisión.
Las reacciones ante la regulación
Si bien organizaciones de la sociedad civil han abrazado la regulación, existe todavía controversias en relación a la regulación planteada.
Para Tania Ramírez, directora del Programa de Política de Drogas de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), la modificación a las cantidades del cannabis que una persona puede consumir todavía mantiene la prohibición del cannabis. Para Erik Ponce, director del Grupo Promotor de la Industria De Cannabis (GPIC), indica que no habrá criminalización sólo si la industria asume su papel con responsabilidad y se educa a la población en torno a la legalidad y calidad de la planta.
Otras organizaciones ven el tema con más reticencia. La iglesia católica, a través de la Arquidiócesis de México, sostuvo que es “preocupante la decisión del Senado abre la puerta a drogas más peligrosas y adictivas con graves incidencias en la degradación del tejido social”. El Partido Acción Nacional (PAN), en las discusiones del Senado, mostró la principal oposición parlamentaria a la iniciativa que regula el uso lúdico de la marihuana en México.
Una mirada hacia el futuro
El cannabis, sin duda, es uno de los temas tabú en México. El tema ha sido tan polarizante que su regulación se ha pospuesto por años.
Dando un viraje importante a su historia, México camina hacia el sendero de la regulación. La regulación que le permitirá capturar las rentas del narcotráfico. La regulación que le permitirá crear mercados funcionales que sean palanca de desarrollo para estados y ciudades del país. Una regulación que deje de criminalizar el consumo.
Si bien la regulación trae consigo oportunidades en salud y la economía, la implementación hace la diferencia. Si la regulación nos trajo décadas, la correcta ejecución nos llevará otros años más.
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Referencias
Civantes, D (Junio, 2020). Cuando México legalizó (brevemente) la marihuana en 1940. Tomado el 29 de Marzo de 2021 en https://www.lamota.org/es/blog/mexico-legalizo-brevemente-marihuana/#:~:text=El%205%20de%20enero%20de,de%20drogas%2C%20incluida%20la%20marihuana.
Count the Costs (n.d). La Guerra contra las Drogas: Desperdiciando miles de millones de dólares y socavando las economías. Tomado el 30 de Marzo de 2021 en https://www.mucd.org.mx/wp-content/uploads/2017/10/Guerra-drogas-desperdiciando-miles-de-millones-de-do%CC%81lares.pdf
Guarneros Olmos, Fernando (Diciembre, 2020). Regulación de la marihuana en México: guía completa para entender que está permitido y qué no. Tomado el 29 de Marzo de 2021 en https://www.infobae.com/america/mexico/2020/12/02/regulacion-de-la-marihuana-en-mexico-guia-completa-para-entender-que-esta-permitido-y-que-no/
Redacción Expansión Política (Abril, 2018). La Corte da otros sí a la marihuana lúdica, ¿y los candidatos a la presidencia? Tomado el 30 de Marzo de 2021 en https://politica.expansion.mx/presidencia/2018/04/13/la-corte-da-otros-si-a-la-marihuana-ludica-y-los-candidatos-a-la-presidencia
Acerca del autor: Carlos Silva es maestro en Administración y Dirección de Empresas (MBA) por la EGADE Business School. Posee una licenciatura en Administración de empresas y cuenta con especialidades y diplomados en innovación y gestión en Yale University, University of British Columbia (UBC) y UC Berkeley. Actualmente, es docente en el Tecnológico de Monterrey y es estratega de datos para empresas de tecnologías de información.
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