Economía en Tiempos de COVID

By Eduardo Arriaga

Correo: eduardoarriaga@politicaladvisorsapc.com


No resulta tan distante en la memoria colectiva, los primeros síntomas de lo que ha sido este primer semestre en materia económica.

Una guerra comercial entre las dos superpotencias (China y USA) durante 2019 eran el preámbulo de una tambaleante economía global que parecía entender debía diversificar sus mercados con la firme intención de soportar los vaivenes de una potencial guerra entre estos dos colosos.

Fue así que durante la segunda quincena de Abril la guerra comercial llego en forma de “oro negro”. Si bien los precios internacionales habían estado soportando una tendencia bajista, fue en este momento que se vivió el punto más bajo de la gráfica.

¿Cómo es posible que se tipificaran precios negativos a un bien que supuestamente es sustento (a la par o muy cercanamente al oro) de la mal llamada riqueza de la naciones?

Pareciera broma que un productor debiese pagar hasta 2 USD al comprador para que amablemente “almacene” el barril, porque el mercado llegó a un punto de superávit en donde saldría más barato, regalar el barril y dinero, que parar producción o simplemente tirar el crudo al mar.

El precio del petroleo ha registrado sus peores números en años.

No es coincidencia todo esto se dé en medio de una pandemia que impide de manera inequívoca se estimule la demanda no solamente en materia petrolera, los niveles de consumo son los más bajos de los últimos  12 años.

Debemos agradecer entonces (tomando como ejemplo el mercado mexicano) que la baja de un 26% del precio de la gasolina amortizara lo que hubiese sido una inflación cercana a los dos dígitos provocada obviamente por la endeble económica que recibió el primer impacto por parte de los mercados internacionales al sufrir cambios en las calificaciones de sus inversiones y un segundo impacto que nos tiene en terapia intermedia proporcionado por el coronavirus.

Es imperativo para el gobierno federal y los entes económicos entender que cuando termine la pandemia se necesitan incentivar los mercados a razón de medidas contra cíclicas que nos saquen cuanto antes de la recesión y números negativos del PIB. Incrementar el gasto publico podría suponer una alternativa ante la contracción de sectores base para México como lo es el comercial, turístico y manufacturero.

Es así entonces que todo pareciese pender de un hilo, cuando al término del trimestre veamos los números finales de desempleo, PyMes que cerraron e inflación que el hilo podría romperse frente a lo que pareciera el frenón por parte de Banxico de mantener una política monetaria inflexible puesto aún con las ultimas bajadas de la tasa base, el 6.5% pareciera muy alto para lo que se avecina. Al tiempo.


Acerca de autor: Eduardo Arriaga es egresado de la Escuela Superior de Económica – IPN; dedicado al análisis de la estructura socio-económica del México actual.

1 comentario

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  1. Me parece muy oportuno el punto de vista económico que presenta. Muy profesional. Me gustaría seguir mas artículos de este autor.

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