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El Tren Maya ha sido el Proyecto de transporte más ambicioso de la administración actual, el cual ha tenido como premisa fundamental ser un proyecto para mejorar la calidad de vida de las personas, cuidar el medio ambiente y detonar el desarrollo sustentable. (www.trenmaya.gob.mx, 2020) El proyecto original planteaba que se utilizaría electricidad pero hasta hace unos días la situación cambió al dar a conocer que la medicina era la misma enfermedad al darle a este proyecto innovador como combustible: El Diesel.
En México los principales combustibles que le dan vida útil a los transportes son la gasolina y el diésel. Las cuales producen emisiones de CO2 (dióxido de carbono), un gas que participa en la combustión. Aunque se puede alegar que el dióxido de carbono es nocivo porque influye en problemas tales como el calentamiento global, tiene a su favor que no afecta gravemente a la vida de las personas. Los motores de gasolina producen principalmente este gas. Los diésel, en cambio, son además unos potentes generadores de dióxido de nitrógeno, lo cual supone un alto nivel de contaminación en el aire. Estas emisiones pueden incluso llegar a provocar problemas respiratorios o cáncer.
Las emisiones diésel están catalogadas como contaminantes atmosféricos con efectos cancerígenos, mutágenos y tóxicos; cerca de 40 sustancias han sido identificadas entre estos, anilina en las emisiones diésel (McClellan, 1986).
El ULSD es un diesel de combustión limpia que contiene 97% menos azufre que el diesel bajo en azufre (LSD, sigla en inglés). ULSD fue desarrollado para mejorar el desempeño de los dispositivos de control de contaminantes de diesel pero que pueden ser dañados por el azufre.[1]
Mientras algunos países tienen como propósito primordial la emisión de menos agentes contaminantes, se han dado a la tarea de la búsqueda de nuevos combustibles e inclusive se han dado a la tarea de evitar que los ya existentes dejen de contaminar, inclusive en algunos de ellos se ha implementado el veto de transporte que tiene como principal combustible el Diesel.
Para quien se esté preguntando qué motor contamina más, diésel o gasolina, la respuesta es clara: los motores diésel contaminan más. Las emisiones de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión pueden llegar a ser muy altas, por ejemplo, en motores diésel de coches de los años noventa que siguen en circulación. Algunas ciudades como Londres o París han llegado incluso a promover el veto de los motores diésel para evitar su impacto contaminante en el aire. Actualmente, no obstante, estos motores se han refinado mucho para adaptarse a las exigencias de las normativas europeas de polución, con filtros de partículas que suavizan las emisiones .
Resulta insostenible para la humanidad que sigamos sin pensar en verde, y sin tener en cuenta todos los campos de actuación que deban formar parte de la transición de las sociedades hacia la sostenibilidad, como comentábamos al empezar el artículo.
[1] Office of energy efficiency & renewable emergency
Acerca del autor: Lesly Ruiz es Lic. En Política y Gestión Social por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
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