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La crisis sanitaria y económica que vivimos actualmente ha puesto en duda la manera en la que hemos estado haciendo las cosas, el año 2020 nos ha enseñado que efectivamente el mundo se puede detener por una o varias decisiones ejecutadas erróneamente o no tomadas a tiempo. Además de darnos a entender la importancia de políticas en pro de la salud, en este caso avanzando desde el punto de vista las políticas medioambientales.
Desde hace ya algunos años la preocupación tanto del sector público y privado ha tratado de dar un enfoque hacia la sustentabilidad, el sector académico además ha sumado esfuerzos por aportar estudios sobre su impacto y su pertinencia en la aplicación de políticas públicas, tal es el caso del Enviromental Performance Index EPI ( Índice de Desempeño Ambiental) en el que hace un par de años presentaba evidencia en que la calidad del aire sigue siendo la principal amenaza ambiental para la salud pública. En 2016, el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) estimó que las enfermedades relacionadas con los contaminantes transportados por el aire contribuyeron a dos tercios de todos los años de vida perdidos por muertes y discapacidades relacionadas con el medio ambiente.
En conclusión el EPI destacó una tensión entre las dos dimensiones fundamentales del desarrollo sostenible, en primer instancia la salud ambiental que presupone un aumento con el crecimiento económico y la prosperidad además de la vitalidad del ecosistema que sufre la industrialización y la urbanización. Dejando ver que las acciones de gobierno es un punto central esencial para el equilibrio de ambas dimensiones tal como lo comentaba Daniel C. Esty, director del Centro de Derecho y Política Ambiental de Yale en el foro de Davos: “A medida que la comunidad mundial persigue nuevos objetivos de desarrollo sostenible, los responsables políticos deben saber quién lidera y quién se está quedando rezagado respecto de los desafíos energéticos y medioambientales. El EPI 2018 confirma que el éxito con respecto al desarrollo sostenible requiere tanto del progreso económico que generan los recursos para invertir en infraestructura ambiental como en una gestión cuidadosa de la industrialización y urbanización porque esta misma puede conducir a una contaminación que amenace la salud pública y los ecosistemas”.
La crisis económica que actualmente atravesamos no debe ser excusa para la aplicación de medidas en pro del medio ambiente, por el contrario, toda época de crisis es una oportunidad para la reactivación de nuestras economías sobre el entendimiento y puesta en marcha de una “Economía Verde”. En este sentido es importante recordar el fenómeno vivido al inicio de la pandemia, estuvimos pagando para que se llevarán nuestro crudo, que no hizo más que evidenciar nuestra aun dependencia del oro negro.
Nuestros gobiernos tienen una importante misión no sólo para la reactivación, sino también para evitar una nueva crisis, en este sentido tendrán que avanzar acompañadas de políticas medioambientales acordes a nuestras nuevas necesidades, en primer instancia fomentar la recuperación económica que a su vez promuevan la protección al medio ambiente. Los estímulos fiscales tendrán que ser la herramienta clave para los nuevos retos.
A largo plazo necesitamos reformas estructurales que vayan de la mano con reformas tributarias que contribuyan a la construcción de una Economía Verde, tales como los impuestos al carbono, además de una mirada en generar ingresos que nos permitan invertir en eficiencia energética, y logremos avanzar en la sustentabilidad como parte de nuestra recuperación económica.
Es importante crear y modificar políticas en favor de la energía limpia, con esto reduciríamos nuestra dependencia presupuestaria en los ingresos petroleros, obligándonos a avanzar en la competitividad de las energías renovables.
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Referencias:
Arias Schreiber, M. (2012). La evolución de los instrumentos legales y la sostenibilidad de la pesquería de anchoa peruana. Marine Policy, 36 (1), 78-89. https://doi.org/10.1016/j.marpol.2011.03.010
EPI (2018) Environmental Performance Index. Yale University. Obtenido de: https://epi.envirocenter.yale.edu/2018/report/category/hlt
Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud. (2017). Base de datos de Global Health Data Exchange. Obtenido de http://ghdx.healthdata.org/
Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas. (2016). El estado de la biodiversidad en América Latina y el Caribe: un examen de mitad de período del progreso hacia las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica . PNUMA. Obtenido de https://www.cbd.int/gbo/gbo4/outlook-grulac-en.pdf
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. (2017b, 7 de diciembre). México declara cuatro nuevas áreas protegidas. Obtenido de https: https://www.iucn.org/news/secretariat/201612/mexico-declares-four-new-protected-areas
Acerca del autor: Lesly Ruiz es Lic. En Política y Gestión Social por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
Super interesante el post!!!