By Adriana Jaramillo

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En 2002 fue creado el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) como órgano supervisor y garante del derecho de acceso a la información pública, sin embargo, carecía de una característica: autonomía. Esto se veía reflejado en una dependencia del Poder Ejecutivo, lo que provocaba poner en duda constante el trabajo del IFAI.

Con la reforma en materia de transparencia del 2014 fue que se logró dotar de autonomía al órgano y pasó a ser nombrado Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Buscar la autonomía del INAI fue producto de la necesidad de independizar a tal ente de la administración pública y de cualquier otro Poder de la Unión. También significó un fortalecimiento al derecho de acceso a la información pública y al derecho de protección de datos personales.

El órgano máximo de dirección del INAI es el Pleno y se integra por siete Comisionadas y Comisionados, para que puedan sesionar sobre los temas que le competen requieren un mínimo de cinco. Para su designación se requiere que la Cámara de Senadores someta a voto la elección de los Comisionados y ello requiere el voto de las dos terceras partes de los senadores presentes. 

Desde el 31 de marzo de 2022 el Pleno del INAI no ha podido sesionar por falta de cuórum, esto a consecuencia de que el Senado por más de 11 meses ha retrasado la votación para las y los nuevos Comisionados del INAI. El retraso en este proceso de designación no es casualidad, desde antes de su llegada a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador había declarado abiertamente su desprecio por este Órgano Constitucional Autónomo (OCA) -y por otros tantos también-. En sus mañaneras constantemente se ha encargado de deslegitimar a los OCA por medio de discursos descalificativos, el más reciente:

“Los nombren o no los nombren (a los comisionados) ¿para qué sirven? No sirven para nada. (…) ¿Saben de qué sirve ese Instituto o para qué servía? Nada más era una fachada para encubrir las corruptelas de los funcionarios. Cuando lo crearon, lo primero que hicieron fue aceptar la propuesta de (Vicente) Fox de mantener en secreto la lista y los expedientes de todos los que se beneficiaron con condonación de impuestos que habían ayudado a Fox en la campaña (a la presidencia)” (Mañanera 14 de abril 2023).

Su intención es clara y es desaparecer a los OCA, como ya fue el caso del INEE, o bien, irlos desmoronando poco a poco como se está tratando de hacer con el INAI. Sus “justificaciones” son que este tipo de órganos son muy caros y no sirven para nada.  A lo que se puede responder lo siguiente; los OCA en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019, 2020 y 2021 no han representado ni siquiera el 3% de éste y en algunos casos cada año ha ido disminuyendo el presupuesto que se les otorga. Los OCA sirven para controlar el poder político, siendo un contrapeso de los Poderes del Estado. Es importante la existencia de órganos como el INAI, en donde las tareas que les sean encomendadas sean llevadas a cabo lejos de cualquier manipulación y con autonomía.

El INAI y el resto de los OCA son parte del Estado y no del gobierno, y en ese contexto vale la pena cuestionarse si al capricho de un gobernante se tiene que debilitar y/o desaparecer instituciones que han significado un avance en nuestra democracia. Los órganos constitucionales autónomos no deben de verse como el enemigo de ningún gobierno democrático, los OCA deben ser aceptados por los gobiernos y trabajar en conjunto. Atacar a los órganos constitucionales autónomos es atacar a la democracia.


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Acerca de la autora: Adriana Jaramillo es Licenciada en Ciencia Política por la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa (UAM-I). En el ámbito profesional se ha desempeñado como asistente de investigación y profesora adjunta.