En conclusión enunciaremos:

La felicidad es un concepto ético  ó  moral de variedad filosófica para todos los gustos que en general se puede ver en el medio para aspirar a la trascendencia (Kant, Platón, Jámblico con sus diferencias vistas) o fin para el ejercicio de la vida ya sea por la voluntad de poder (Nietzsche) o aspiración humana (Aristóteles).

La felicidad lleva a caminos ascéticos o éticos todos ellos en libertad. Lev Tolstoi en el cuento “La camisa del Hombre mas feliz” nos cuenta que este era un hombre de la tundra rusa que había aceptado vivir con lo que tenia. No había idolatrado su pobreza, dentro de la pobreza en la que vivía podía transformar su vida con los recursos “espirituales” o “materiales” que a la mano tenía. El rey en la historia aprende a vivir feliz sin renunciar al reinado porque la felicidad no es una apología de la pobreza. Para Tolstoi la felicidad es distinguir entre la avaricia y la ambición. En el relato muchos no sabían que les hacia falta para ser felices cosa diferente al que ambiciona ya que sabe lo que quiere y con lo que cuenta para lograrlo.

El uso de la felicidad en la deconstrucción del Estado mexicano es parte de la narrativa del poder en conjunto con la parafernalia que se ha insertado en la vida pública. El discurso no parte de quien lo escribe, mas bien a quien se le dirige. Ese es el éxito del político según Lacan. La narrativa dominante hoy parte de símbolos difusos que hacen alusión a la religión para reforzar su discurso moral donde recae en la autoridad tradicional para fortalecer la autoridad carismática que el presidencialismo ejerce desde la fundación del gobierno postrevolucionario.


[1] La noticia puede leerse en el siguiente link https://www.milenio.com/politica/amlo-busca-medir-bienestar-felicidad-pib

[2] Jámblico fue un neoplatonico sirio que vivió aproximadamente del año 250 al 330 dC. Se puede consultar el libro “Racionalidad y Religión en la antigüedad tardía: Una introducción a Jámblico y a su tratado Acerca de los Misterios de Egipto”  José Molina Ayala,  Centro de Estudios Clasicos, Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM.

[3] Aristóteles plantea el tema de la Felicidad en su libro Ética a Nicomaco.

[4] Se consultó la pagina lexilogos que permite utilizar el diccionario Woodhouse’s English-Greek dictionary de la Universidad de Chicago. Se accede en https://www.lexilogos.com/english/greek_ancient_dictionary.htm

[5] Véase la referencia 4 para la fuente. Es importante aclarar que en el mundo griego la felicidad se entendía como consecuencia de la virtud por eso la preferencia fue la palabra eudaimonia frente a makar que significa bendecido o favorecido, en los Evangelios se traduce por bienaventurado. Tomas de Aquino hace referencia a la felicidad como consecuencia del conocimiento, denominada felicidad contemplativa y la distingue de la felicidad activa que es mas parecido al Sumo Bien kantiano en su libro dos de la Suma Teologica en la parte I de su libro II.

[6] Vease la declaratoria completa en español por medio de los Archivos Nacionales de los Estados Unidos de América en https://www.archives.gov/espanol/la-declaracion-de-independencia.html

[7] Para Kant la felicidad podía verse de manera similar a Tomas de Aquino ya sea de una forma voluptuosa que se basará en el egoísmo o de forma activa de la practica de la virtud. Kant haría la diferencia que lo importante no es ser felices sino ser buenos dada la inherencia de este mandato dentro de la psicología humana. La metafísica de las costumbres es la aplicación de su epistemología desarrollada en Critica de la Razón Pura a los problemas morales y estéticos.

[8] Aurora es el libro de Friedrich Nietzsche que aborda la moral como tema conjunto, en el se hace critica a la moral  que se enseña por ende no puede venir de una reflexión universal como lo hace Kant lo que va en contra de los deseos del hombre creando transtornos morales para Nietzsche. Kant logra propiciar un halo sagrado a la moral que la hace intransformable. En cambio la obra de Nietzsche girará en la refutación a la obra de Kant como se puede ver en el Anticristo o Así hablaba Zaratustra.

[9] El Imperativo categórico es un mandato fundamental y universal nacido de la razón humana, ya en Critica de la Razón Practica donde se concilia la libertad humana por medio de la razón y no por mandato divino es por eso el deber ser como ejercicio de la libertad de acción y consciencia.

[10] El motor principal del hombre, no es la búsqueda de la felicidad o la trascendencia kantinana, la demostración de la fuerza da lugar a la creación y al lugar en el mundo, puede verse en Así hablaba Zaratustra o Mas allá del bien y el mal.

[11] En realidad a lo que denomino popmodernidad es el concepto de hipermodernidad que hace Lipovetsky donde las formas positivistas pasan a un relativismo perdiendo significados sólidos, haciendose cada vez más dependientes a la interpretación muchas veces en la vacuidad. Zygmunt Bauman es quien hace la analogía solido-liquida en la sociedad de consumo en la que vivimos a lo que Lipovetsky llama hipermodernidad.

[12] El Estado es sujeto a una interpretación de lectura al ser el resultado de una narrativa de poder. Los símbolos en el imaginario mexicano tienen mucha fuerza si se logra cambiar el paradigma de nación será en base a los símbolos que repercuten en la democracia mexicana. La narrativa creada después de la revolución le permitió al PRI permanecer en el poder 70 años continuos forjando la identidad política del país. El laberinto de la soledad de Octavio Paz explica en las mascaras mexicanas la forma de ser del mexicano. El estilo personal de gobernar explica a una persona en el ejercicio del poder incluso creando poderes (meta)constitucionales para fortalecer la supraestructura de la que el mismo forma parte. El individuo no puede ignorarse parte de su colectividad es por ello que el texto de Paz en consideración propia juega de forma fundamental para entender el fenómeno del ejercicio del poder político en México por ejemplo “un político pobre es un pobre político” que es equivalente a la expresión “más vale chingar que ser chingado”.

[13] Entiéndase en la concepción marxista de defender los intereses de las clases dominantes en este caso a las nuevas formas de entender la administración publica del regimen actual como su planteamiento económico-político-moral para un ejemplo lúdico “El Instituto para Devolverle el Pueblo lo Robado” o la “Secretaria del Bienestar”, el “Banco del Bienesta”r. En su discurso se valoran expresiones como “austeridad franciscana”, “el bienestar espiritual”, “el pueblo bueno y sabio”.


Acerca del autor: Luis Díaz es egresado de la licenciatura en Física por la UNAM, cuenta con cursos de Humanidades en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y actualmente se desarrolla en el servicio público y aspira ingresar al Doctorado en Ciencias Físicas.