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De acuerdo con cifras del INEGI, en 2018 se denunció e inicio averiguación previa o carpeta de investigación en el 6.8% del total de delitos. En 93.2% de los delitos no hubo denuncia o no se inicio Averiguación Previa o carpeta de investigación.
Estos datos revelan una desconfianza por parte de la ciudadanía, una corrupción e impunidad rampante en el sistema de impartición de justicia en México; dicha percepción lleva décadas – si no es que siglos – que le niega a México no solo oportunidades económicas, sino también paz y prosperidad social.
En el Foro Virtual “Desafíos de la Justicia Mexicana”, ocurrido el 18 de Agosto de 2020, se abordo la necesidad de una reforma que dé a las y los ciudadanos de México no solo justicia, sino confianza en las autoridades y en el proceso legal, a través de la solución a los muchos problemas que presenta la impartición de justicia en el día a día.
Los participantes –miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial – hablaron de lo que falta para que se pueda hablar de una judicatura ética, profesional, independiente e imparcial, considerando para esto las imperantes necesidades de la población y lo que la situación de la pandemia ha revelado sobre el potencial de los métodos electrónicos para facilitar y acelerar los procesos de impartición de justicia.
Es opinión de los ponentes que la Justicia en México precisa de un profesionalización de quienes sirven al pueblo de México desde este frente donde los nepotismos queden fuera y la igualdad de género, la inclusión de las minorías y las personas con discapacidad, la accesibilidad para todos y la claridad de los procesos queden como las máximas del sistema; considerando siempre las condiciones y necesidades de los juzgados estatales y sus capacidades, así como los riesgos que conlleva para los jueces y demás trabajadores del sistema judicial el hacer valer el peso de la ley en contra del crimen organizado.
Teniendo en cuenta la situación actual que vive el país, es vital que verdaderamente se tome en cuenta las opiniones y experiencias de los impartidores de justicia de todos los ámbitos y que no quede solo en un discurso mientras los hechos llevan a una reforma que haría más mal que bien a los niveles inferiores del sistema de justicia, llenándolos de más trabajo y de problemas no solo para dar abasto a la necesidad de justicia, sino a la calidad de la misma y a la seguridad de quienes la imparten.
Es necesario garantizar que lo que se haga, no vulnere la separación de poderes o el poder de las instituciones. Es preocupante la práctica del Presidente de usar su plataforma diaria para atacar o violentar los derechos de las personas a fin de impulsar su propia agenda, vulnerando en muchos casos el derecho de las personas a un debido proceso y la presunción de inocencia, si no es que sencillamente llega a la calumnia.
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Acerca del autor: David Cortes es egresado de la Facultad de Economía de la UNAM y fue asesor de Campaña en 2018.
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