By Martha Guevara

Correo: mguevara@politicaladvisorsapc.com


Existen APPS básicas o esenciales que “debemos” tener en nuestro teléfono móvil para poder interactuar con nuestro círculo más cercano; y que al momento de comprar nuestro celular instalamos casi de manera inmediata, para ponernos en contacto con nuestros círculos más cercanos en el ámbito laboral y personal.

Las actualizaciones automáticas de dichas aplicaciones muchas veces incluyen mejoras en sus plataformas, provenientes de los comentarios o experiencias que comparten los usuarios. Por ello, es común que, al recibir la notificación de nuestra APP favorita, casi de manera automática le demos ACEPTAR.

¡Es una maravilla! pensamos, pero como dice el dicho: “No todo lo que brilla es oro”. Al descargar una App no leemos los términos o condiciones y podemos llegar a autorizar el ingreso a nuestros datos y los de nuestros amigos.

Sucede lo mismo con la “Conectividad Gratuita”, acceder a una red o App nueva, puede ser sin saberlo un error cometido que a corto o largo plazo puede afectarnos; dado que el usuario está obligado a aceptar los términos y condiciones que determina la APP o red para hacer uso de ella.

Existen muchas Apps en el ecosistema digital que nos ofrecen una gran cantidad de servicios gratuitos que nos facilitan la vida a millones de usuarios, solo a cambio de pareciera nada, nuestros datos.

Tal es el caso de WhatsApp, esta App de mensajería instantánea quien el pasado mes de enero generó una gran controversia al notificar que realizaría algunos cambios en sus nuevas políticas de privacidad 2021, mismas que entrarán en vigencia a partir de mayo de este año. Entre lo que compartirá con Facebook destacan los datos personales, número telefónico, edad, nombre y apodos de los grupos. A raíz de esto perdió usuarios, quienes comenzaron a buscar alternativas de APPS para mantenerse en contacto en sus redes laborales y personales; esta vez los usuarios comenzaron a cuestionarse si presionarían la opción de “Aceptar términos y condiciones” para recibir la nueva actualización y seguir usando esta aplicación. 

El tema ha dividido opiniones, hay quien cree que quien no quiera compartir su información o datos basta con no tener redes sociales. Pero la pregunta obligada es ¿Debemos vender el alma o en este caso perder años de lucha y reconocimiento de nuestros derechos fundamentales por el uso de las apps y la tecnología?

Si bien es cierto, esta controversia no es actual ni para esta APP ni para otras; nos remonta al caso del profesor David Carroll quien solicitó la recuperación de sus datos a Cambrige Analitics. Este caso generó una gran bola de nieve en 2018, de la que pueden ser testigos a través del documental Nada es Privado, y que pueden encontrar en la plataforma de NETFLIX. Parecía un capítulo más sacado de Black Mirror o de cualquier serie futurista, pero fue real y evidencio la necesidad de actualizar las leyes y regulaciones para la obtención y tratamiento de datos personales.

Simplificando y retomando el caso de WhatsApp, los datos que recopilarán y compartirán con Facebook, servirán para fortalecer sus bases de datos y tal como lo anuncia Yahoo al ingresar a sus herramientas: “almacenarán y/o accederán a la información de nuestro dispositivo mediante el uso de cookies y tecnologías similares, a fin de mostrar anuncios y contenido personalizados, evaluar anuncios y contenido, obtener datos sobre la audiencia y desarrollar el “producto”

Es decir, todas nuestras búsquedas predeterminan nuestro comportamiento y con nuestro comportamiento nuestros gustos y preferencias; basado en ello, nos ofertan productos y servicios. Nuestros datos de actividad no desaparecen se llama rastro digital que alimenta a una industria, la publicidad y otras cosas.

En Wall Street durante 2020 estas compañías de manejo de datos, superaron por mucho a las compañías de petróleo. Los datos es uno de los activos más valiosos del mundo.

La valía de nuestros datos:

Según los datos proporcionados por el portal Statista, en 2017 el número de descargas de aplicaciones móviles en todo el mundo ascendió a 197 billones. La previsión para el año 2021 es de 353 billones de descargas.

Las aplicaciones móviles que hay en el mercado, de acuerdo a la plataforma de App Store cuenta con 2,2 millones de ellas y Google Play ofrece nada menos que 3,8 millones de aplicaciones móviles distintas. Le siguen en importancia las de Amazon y Microsoft, de acuerdo a Skyscanner.es

En 2017 Skyscanner.es reporta que los de la manzana obtuvieron unos ingresos brutos derivados de las aplicaciones móviles de 38,5 billones de dólares. En cambio, Google facturó 20,1 billones de dólares. La cifra conjunta de los dos gigantes es de 58,6 billones, un 35% más que en 2016.

Por ello, no es de extrañarse que fuera noticia en septiembre del 2020 que Snowflake (fabricante de software de datos en la nube) registrara más del doble de su precio de salida a Bolsa, en las operaciones de Nueva York. El mayor desde que la compañía se hizo pública en 2006. De acuerdo con El Economista en su nota de septiembre «Acciones de Snowflake ganan 166% luego de OPI»

La protección de tus datos personales es un derecho vinculado a la protección de tu privacidad. Te ofrece los medios para controlar el uso ajeno y destino de tu información personal, con el propósito de impedir su tráfico ilícito y la potencial vulneración de tu dignidad.

Lic. Jorge Carlos Estrada Avilés en su documento “El Derecho a la Intimidad y su necesaria Inclusión como garantía Individual.” Nos detalla las principales leyes nacionales e internacionales como garante de nuestra privacidad. Este derecho a la intimidad, privacidad e identidad ha sido reconocido por diversos instrumentos internacionales, entre ellos el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU), la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José (OEA) y en la Convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales (Consejo de Europa)

En México el INAI es la autoridad garante del cumplimiento del derecho a la protección de datos personales y están obligados por la Ley de Protección de Datos. Este poder de control sobre tus datos personales se manifiesta a través de los denominados Derechos ARCO. (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición). Y detalla en su portal el cumplimento de los derechos ARCO.

La página eude.es nos facilita el conocimiento de los derechos digitales fundamentales de las personas, que son necesarios tener en cuenta; Derecho a la intimidad en el ámbito laboral, Derecho a la neutralidad de Internet, Derecho a la seguridad digital, Derecho al olvido en búsquedas en Internet, servicios de redes sociales y equivalente, Derecho a la libertad de expresión, Derecho a la portabilidad, Derecho de la negociación colectiva, Derecho a la protección de datos de los menores en Internet, Derecho de rectificación en Internet, Derecho a la actualización de informes en medios digitales.

El verdadero problema ni siquiera es ser segmentada para que me ofrezcan un producto, quizá con un poco de fe y poder de voluntad pueda decir no a todo, el verdadero peligro que se vislumbra a futuro con este tema es el poder de los Big Data y la Psicografía. Todas nuestras búsquedas predeterminan también nuestro comportamiento. 


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Acerca del autor: Martha Guevara es politóloga, egresada en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán – UNAM, especialista en temas de Responsabilidad Social y OSC’S.