Correo: leslyruiz13@politicaladvisorsapc.com
El ejercicio de la Gobernanza requiere entre las muchas cualidades un pleno ejercicio de audacia, que no es más que la virtud de convencimiento a emprender acciones para alcanzar determinada meta pese a sus riesgos, pero puede llevar a desvirtuarse en el momento que no existe una base sobre la realidad. El ejemplo claro: López Obrador.
Durante lo que va del sexenio, hemos sido testigos una y otra vez de las inconsistencias de este Gobierno, que continúan aplicando políticas que en su definición o planteamiento no concuerdan con su punto objetivo. Esta vez hablo de la iniciativa de nuestro mandatario por desaparecer más de 100 fideicomisos, teniendo como slogan principal, el combate a la corrupción.
Dicha iniciativa fue aprobada este miércoles por el Senado, siendo aplaudida por el presidente: “La defensa de esos fideicomisos y de esos fondos era la defensa de la corrupción, así de claro. Por eso mi agradecimiento a los legisladores”, expresó el mandatario en su conferencia matutina desde Palacio Nacional.
Al parecer cada política que se aplica el día de hoy lleva la misma meta, y el no estar de acuerdo en ellas implica ser participe de actos de corrupción, tal como lo menciona el presidente. Pero en verdad ¿qué tan bien está trazado el camino hacia el combate a la corrupción?
Esta ocasión, la decisión de desaparecer 109 fideicomisos no debe ser una decisión tomada a la ligera, por todo lo que significa en su definición, ya que implican recursos para desastres naturales, investigación científica, protección de áreas naturales, entre otras, por lo que debería estudiarse de manera informada sobre cada una de ellas. Por lo que se necesitan diagnósticos serios para la toma de decisiones.
Aplaudimos el trabajo de nuestros mandatarios por el trabajo que se ha estado implementando en cuestión de transparencia, pero situaciones tan sensibles no deben tener un manejo político. Si bien es cierto que los fideicomisos han sido un gran medio para el mal manejo de los recursos, no podemos generalizar. Tenemos que llegar a una reestructuración antes que, a una desaparición, ya que pasamos por alto los miles de esfuerzos de personas detrás de estas áreas que han llegado a la conclusión de objetivos de las instituciones.
Concluyo con algunas recomendaciones que México evalúa y Fundar hacen a nuestro Gobierno.
1- Registro único de fideicomisos que manejan recursos públicos (todos los vigentes a nivel federal y estatal, incluyendo fideicomisos privados que usan recursos públicos).
2- Diagnóstico de los fideicomisos con recursos públicos vigentes (identificar tipología, normativa, impacto, beneficiarios, situación financiera y patrimonial).
3- Evaluar la extinción de los fideicomisos que no sean útiles para fines de interés público.
4- Crear una política pública integral y con medidas de gobernanza para fideicomisos que manejen recursos públicos:
- Control para apertura y liquidación.
- Transparencia y rendición de cuentas.
- Mayor control, vigilancia y fiscalización.
- Lineamientos para fideicomisos privados que intervienen en asuntos de interés público.
Por mi parte, no me queda más que invitar a nuestros gobernantes a tomar decisiones más informadas, sabemos que el terreno está muy politizado, pero no debemos olvidar que sobre nuestras decisiones nos pesan las siguientes generaciones.
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Referencias:
https://fundar.org.mx/wp-content/uploads/2018/12/Fideicomisos4X4.pdf
Acerca del autor: Lesly Ruiz es Lic. En Política y Gestión Social por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.
Excelente nota…!!!