Desalineamiento político e ideologización

Héctor Sánchez

Correo: sanchezhector@politicaladvisorsapc.com


El Dr. Alejandro Moreno ofrece un análisis muy completo en cuanto a las transformaciones del electorado mexicano como ciudadanía durante los últimos treinta años. Uno de los puntos en donde pone mayor énfasis es el de la creciente ideologización de los electores en México. Este autor afirma que no solamente el desalineamiento político ha ido en aumento durante las últimas tres décadas, sino que lo mismo ha hecho la ideologización del electorado debido a varios factores. Y es que Alejandro Moreno manifiesta que la lucha por la democratización a finales del siglo XX y en las dos décadas del siglo XXI, cargada principalmente por las facciones y líderes / lideresas de izquierda, ha hecho que la ideologización se expanda a los extremos, siendo la izquierda la que principalmente ha arropado a varios electores en cuanto a su decisión en los comicios recientes.

Sin embargo, podemos observar que de igual manera hay dos visiones acerca de este fenómeno; hay quienes lo ven como algo positivo entendiéndolo como el resultado del desarrollo que ha tenido el sistema de partidos en México, pero hay otra visión que lo califica de peligro latente para la democracia, dado que esto se podría tornar en una polarización política, poniendo en peligro lo que se ha logrado en la democracia.

La maquinaria morenista

Según datos del INE en su plataforma en línea, el realineamiento electoral del PRD a Morena que tuvo lugar en las elecciones intermedias del 2015 en el DF fue, sin duda alguna, uno de los cambios que más estruendo causó debido a que la izquierda perredista, desde años atrás, se encontró con un gran proceso de escisión en su interior, por lo que distintas facciones dejaron al partido con miras a unirse a las filas de Morena, un partido relativamente nuevo con registro en el 2014. Las derrotas del PRD y los pequeños pero gigantes triunfos de Morena no se deben a que los electores del PRD hayan desaparecido del 2012 al 2015, sino que, de nueva cuenta, estando en un juego de suma cero, los electores del PRD pasaron a Morena. Pero debe mencionarse que en gran parte, el triunfo de Morena se debió a su composición lopezobradorista, pues una figura política del tamaño de López Obrador brindó cobijo a las facciones de izquierda que terminarían por abandonar a PRD. Es por esto que quizá, es uno de los mayores realineamientos que se han dado si se observa a Morena como un partido emergente para las elecciones intermedias de 2015.

Otro gran ejemplo de despartidización y falta de lealtad en el electorado mexicano es el del Partido Revolucionario Institucional, pues en el presente, es un partido que precisamente ha tenido problemas para atraer a las generaciones jóvenes del electorado. Esto se debe principalmente a su peculiar protagonismo en la vida de México durante el siglo XX y a la apertura de un pluralismo en el sistema de partidos. De forma que la lealtad que todavía pueda arrastrar se concentra en electores de edad mayor.

Se podría mencionar que la victoria sin precedentes de Morena en los comicios de 2018, un partido político que para aquellas elecciones contaba con apenas cuatro años de registro oficial, más bien se podría nombrar como una derrota sin precedentes de los tres principales partidos políticos (PRI, PAN y PRD), pues el voto de castigo se hizo presente en la elección más grande que se haya tenido en México, en donde más de treinta millones de mexicanos reflejaron su hartazgo y falta de identidad con estos partidos al otorgarle el voto a un partido relativamente nuevo, pero que bajo el cobijo de Andrés Manuel López Obrador, la figura política más importante (sin connotaciones negativas o positivas) de la historia reciente de México, logró canalizar los conflictos sociales que el gobierno de Enrique Peña Nieto dejó como herencia luego de llevar hasta límites increíbles la corrupción e ineptitud política.

Realineamiento en jaque

Finalmente, en vísperas de los comicios más grandes de la historia de México, dos frentes gigantes se preparan para el choque que definirá la composición de la Cámara de Diputados y, con ello, el probable rumbo de la agenda política, económica y social en México: Va por México, coalición integrada por PAN, PRI y PRD y Juntos hacemos historia, coalición integrada por el partido en el poder, Morena, junto al PT y PVEM. El fenómeno de un realineamiento electoral podría hacer su aparición en estas elecciones, toda vez que se pueda analizar una derrota morenista de grandes magnitudes. Morena y los partidos unidos en la coalición Va por México están conscientes del momento coyuntural que está frente a nosotros, pues el primero se enfrenta a la prueba de fuego que representa el mantener a su electorado que le otorgó la victoria hace tres años, temiendo por un debilitamiento entre electores, simpatizantes e incluso militantes, en medio de los escándalos que han significado candidaturas como las de Clara Luz en Nuevo León y la de Salgado Macedonio en Guerrero. La característica de Morena, esa de ser un partido de electores más que de ideología, terminaría por hacer evidente que no gozó de un realineamiento político, sino que más bien aprovechó la molestia electoral de un pueblo mexicano cansado de los mismos personajes y de las estructuras que por décadas les habían dejado en el olvido… una molestia que parece canalizar ahora pero para sí.


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Referencia

Moreno, Alejandro, 2018, El cambio electoral: votantes, encuestas y democracia en México, México, FCE.


Acerca del autor: Héctor Sánchez es estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública y Sociología.

1 comentario

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  1. Super interesante el aporte!!!

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