Por: Enrique David Sánchez Flores, Demian Páez García, Christian Alberto Rodríguez Vilchis y Luis Hugo Colin Martinez.*


La relación migratoria entre México y Estados Unidos se ha caracterizado por un flujo constante de personas que cruzan la frontera norte en busca de mejores oportunidades laborales, educativas y de vida. Sin embargo, este proceso no está exento de riesgos y desafíos, ya que los migrantes enfrentan peligros durante su travesía y numerosas dificultades al llegar a su destino.

Desde su primera candidatura en 2015, Donald Trump adoptó un enfoque nacionalista, al prometer priorizar los intereses de Estados Unidos sobre los de otros países. Ejemplo de esto fue su crítica al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al que calificó como «el peor acuerdo comercial de la historia» para Estados Unidos, al alegar que favorecía a México y provocaba la pérdida de empleos estadounidenses.

En materia migratoria, Trump implementó algunas de las políticas más estrictas en la historia reciente de Estados Unidos. Bajo el lema America First, su gobierno se enfocó en frenar la inmigración ilegal y endurecer las reglas para los migrantes legales. Entre las medidas más controvertidas estuvo la política de “tolerancia cero”, que resultó en la separación de miles de familias migrantes en la frontera, o que genera una ola de críticas a nivel nacional e internacional.

Otra de sus iniciativas fue impulsar la construcción de un muro fronterizo entre Estados Unidos y México, presentado como símbolo de su lucha contra la inmigración ilegal. Además, Trump intentó eliminar el programa DACA, que protegía de la deportación a miles de jóvenes migrantes conocidos como dreamers. Aunque sus esfuerzos fueron bloqueados por la Corte Suprema, la incertidumbre afectó profundamente a estas comunidades.

Las políticas migratorias de Trump no solo endurecieron los cruces fronterizos, sino que también avivaron el debate sobre derechos humanos, racismo y el papel de los migrantes en la sociedad estadounidense. A pesar de las críticas, las relaciones migratorias entre ambos países han sido tensas durante décadas, y la postura de Estados Unidos hacia México rara vez ha sido favorable.

Por otro lado, la administración de Barack Obama tuvo una posición ambivalente frente a la migración. Aunque fue percibido como un defensor de los derechos de los migrantes, su gobierno deportó a más de tres millones de personas, lo que le valió el apodo de Deporter-in-Chief. “El presidente de la historia del país que más personas deportó durante su mandato fue el demócrata Barack Obama. Mientras estuvo en el Despacho Oval, expulsó a casi tres millones de inmigrantes.” Vega, R. M. (2025, 10 febrero).

Uno de los mayores logros de Obama fue la creación del programa DACA en 2012, que otorgó protección temporal contra la deportación y permisos de trabajo a más de 700 mil jóvenes migrantes. Sin embargo, su intento de expandir estas protecciones a los padres indocumentados mediante el programa DAPA fue bloqueado por los tribunales.

Obama también impulsó una reforma migratoria integral que proponía un camino hacia la ciudadanía para millones de indocumentados, pero esta nunca fue aprobada por el Congreso. Aunque su administración priorizó la deportación de migrantes con antecedentes criminales, muchas familias y trabajadores sin historial delictivo también fueron afectados.

En su regreso al poder, Trump ha retomado y endurecido sus políticas migratorias. Entre las nuevas medidas destacan el aumento de militares en la frontera, así como redadas masivas en escuelas, hospitales y lugares de trabajo informal. Además, se ha planteado la posibilidad de eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento, lo que impediría que hijos de migrantes indocumentados obtuvieran automáticamente la nacionalidad estadounidense al nacer en el país.

También han surgido rumores sobre la creación de un sistema de “cazarrecompensas”, en el que ciudadanos legales recibirían pagos por denunciar o exponer a migrantes indocumentados “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está solo en su cruzada antiinmigrante. Convertir a las personas indocumentadas en el enemigo ha sido el argumento xenófobo y racista que ha inspirado a dos legisladores de Estados republicanos a proponer recompensas para quienes denuncien a los extranjeros que se encuentran de forma ilegal en el país. La oferta contempla premiar con mil dólares a todo aquel que aporte información que lleve a la detención de cualquier migrante indocumentado.” Caro, P  (2025, 6 febrero). Aunque esto sigue siendo una acción sin confirmar, refleja el clima de miedo y desconfianza que enfrentan muchas comunidades migrantes en la actualidad.

La situación migratoria entre México y Estados Unidos continúa siendo un tema complejo y delicado, marcado por tensiones políticas, desafíos sociales y el eterno debate entre la seguridad fronteriza y los derechos humanos.


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REFERENCIAS

Caro, P., Caro, P., & Caro, P. (2025, 6 febrero). El racismo no se esconde en Estados Unidos: mil dólares por señalar a un migrante indocumentado. El País US. https://elpais.com/us/2025-02-06/las- propuestas-racistas-no-se-esconden-mil-dolares-por-senalar-a-un-migrante-indocumentado.html

Vega, R. M. (2025, 10 febrero). ¿Qué presidente de Estados Unidos ha deportado a más inmigrantes? Trump, de los que menos. Euronews. https://es.euronews.com/2025/02/10/que- presidente-de-estados-unidos-ha-deportado-a-mas-inmigrantes-trump-de-los-que-menos


*Acerca de los autores: Estudiantes de la Licenciatura en Comunicación y Medios Digitales de la Universidad del Valle de México Campus Toluca.